Stuart Mills

Stuart Mills
Este es el padre de nuestra crisis.

viernes, 6 de febrero de 2015

Introducción y reflexión sobre la verdad y la televisión.

Reflexión sobre la verdad y la televisión. 

Últimamente, esta palabra al igual que las que la filosofía toma como pilares carecen tanto de emoción, como de fuerza suficiente como para ser tomadas como interesantes y conceptuales luego yo me pregunto ¿Por qué sigue siendo un problema en la filosofía?

Ahora mismo,  si encendemos la televisión en España o en la televisión internacional y ponemos a las cinco de la tarde Telecinco, veremos el programa "Sálvame"  que no es, sino una remasterización de la incultura que hay en este país y que demuestra que la gente todavía tiene mucho que caminar, para encontrar algo que de verdad pueda apreciar como arte, ya que la televisión amigos, es arte, es un arte, que como vemos no se aprecia, lo siento por los ofendidos u ofendidas, pero creo firmemente que nos merecemos una televisión decente.

No puedo poner el programa "espejo público" y encontrarme con que hablan cero coma cincuenta y siete segundos de "Podemos" y que en esos cincuenta y siete segundos solo se dediquen a despotricar sin que tan solo  ninguno de los contertulios se quede indignado al ver el trato que reciben, puedo decir en contra de "Podemos" muchas cosas, un ejemplo: No demuestran propuestas post-europeas, pero porque lo único que han mostrado al público, fue un borrador del programa de economía que llevarían a las generales, aún así no puedo decir, que "Podemos" no tenga propuestas, porque en su twitter, así como en multitud de programas de la misma casa que "Atresmedia", han dicho reiteradas veces que "Podemos" tiene propuestas y que las mostrará, en el momento adecuado, en su twitter dijeron; “que las propuestas de Andalucía en caso de salir elegidos como primera fuerza, no serían aplicables en todas las comunidades”, luego no entiendo como esto puede ser considerado periodismo verídico. Tampoco entiendo, como el programa de "Ana Rosa" puede tan a la ligera hablar de temas tan serios, como son casos de corrupción en Izquierda Unida Madrid, o de desahucios o de algo así, cuando ¡se les debería caer la cara de vergüenza! Por permitir como permiten, que Alfonso rojo y Eduardo Inda se mofen, como se mofan abiertamente, de la cultura española y se rían de los españoles, como lo hacen de esa forma que aunque indirecta, nos duele a todos, al hablar con los que les interesa conforme les interesa, por favor, un poco de respeto a todo el mundo, como decía al principio, no podemos hablar en filosofía ni buscar la verdad, ¡ya no! No porque no exista, porque la verdad existe, si no porque utilizar la terminología verdad, carece de sentido, en este mundo actual en el que vivimos, como hemos ejemplificado.

La televisión además de las barbaridades que dicen, en su ego inculto se atreven a hablar de ética y moral, así como de actos moralmente correctos, cuando me juego el pescuezo de filosofo, a que no conocen ni si quiera lo que significa, ni en qué contexto lo están utilizando, así como a que ética se refieren, a la kantiana, a la humeniana, a la epicúrea, a la aristotélica... en fin... no podemos hablar de verdad, porque si hablásemos de verdad, nos encontraríamos en el problema de que la verdad ha caído, dicho burdamente en saco roto, cuando programas como los nombrados, personajes como los nombrados dicen, tan tranquilamente que ellos saben la verdad, refiriéndose a una Doxa, carente de espíteme así como carente de una nous, auténtica de verdad, si Platón, levantase la cabeza y viese que han hecho con su teoría de verdad como los demás grandes, les daría un infarto y volverían a morir, si alguien de estos personajes tiene la poca vergüenza , de leer esto, les pido por favor que no hablen de verdad, sin antes al menos, tener en cuenta que la verdad no es una Doxa que ellos tengan, ni tampoco una espíteme simplemente por su opinión política, porque ante todo somos personas y la verdad es algo que va más allá de nosotros.

Un Abrazo enorme. no dejen de comentar con críticas y demás.  





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